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Las almas de los animales muertos
Charles Bukowski

Después del matadero
había un bar a la vuelta de la esquina
y yo me sentaba ahí
y miraba cómo se ponía el sol
a través de la ventana,
una ventana que daba a un baldío
lleno de pasto seco.
Yo nunca me bañaba con los muchachos de la
planta
después del trabajo
así que olía siempre a sudor y sangre.
El olor del sudor disminuye
al rato
pero el olor de la sangre empieza a fulminar
y gana poder.
Fumaba y tomaba cerveza
hasta que me sentía bien como para
subir al colectivo
con las almas de todos esos animales
muertos viajando
conmigo.
Las cabezas se daban vuelta lentamente
las mujeres se cambiaban de asiento lejos de
mí.
Cuando me bajaba del colectivo
tenía que caminar nada más que una cuadra
y subir una escalera hasta mi
habitación
Donde encendía mi radio y un cigarrillo
y nadie se preocupaba por mí
en absoluto.
¿Qué se puede decir de Charles Bukowski y de su obra que no haya sido dicho ya?
La verdad es que bien poco. Sin embargo, ante este poema de "Las almas de los animales muertos", me gustaría hacer una reflexión.
¿Alguno de ustedes ha estado en un matadero, trabajando o viendo como se sacrifica el ganado? ¿Han podido ver el vaho que emana de las entrañas de una vaca cuando se desprenden de su cuerpo y se cuelgan de un carro cargado de ganchos?
Recuerdo el olor a sangre y a grasa frescas, impregnándolo todo, tan adentro de uno que por mucho que se frotase la piel no se lograba desprenderla del cerebro. Y luego venía el tiempo de las cervezas, las copas, los cafés y los puros - quizás incluso algún video porno - con los que aquellos hombres borraban/mos la huella de una dura noche de trabajo.
Resulta difícil hacer una descripción mejor, que la realizada aquí por Bukowski, del momento posterior al trabajo diario en un matadero, cuando los matarifes abandonan el tajo con sus mandiles impregnados del olor a la carne aún fresca y de los gritos de las reses sacrificadas.
Bukowsky se pregunta por las almas de aquellos animales muertos. Yo creo que sencillamente partieron, barridas por el agua de las mangueras, a través de los desagües del matadero.
¿Acaso no nos pasa a nosotros lo mismo con los sumideros de la vida? ¿No vamos dejando nuestras entrañas por ella esparcidas?
¿Y el alma?
De esa ni idea.
2003-03-30 08:37 | 1 Comentarios
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Comentarios
1
|
De: polo |
Fecha: 2005-04-08 20:44 |
|
eres el mejor sambacanuta
|
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