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{Gargantuario. Nuevo poemario de los cien gaiteros del delirio}

{ Libro de odas y versos escritos en las paredes de la Taberna del Olvido. }

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GARGANTUARIO - NUEVO POEMARIO DEL OLVIDO

<Febrero 2025
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    Inicio > Historias > El cadáver

    El cadáver

    Por: Néstor Perlongher

    ¿Por qué no entré por el pasillo?
    Qué tenía que hacer en esa noche
    a las 20.25, hora en que ella entró,
    por Casanova
    donde rueda el rodete?
    Por qué a él?
    entre casillas de ojos viscosos,
    de piel fina
    y esas manchitas en la cara
    que aparecieron cuando ella, eh
    por un alfiler que dejó su peluquera,
    empezó a pudrirse, eh por una hebilla de su pelo
    en la memoria de su pueblo
    Y si ella
    se empezara a desvanecer, digamos
    a deshacerse
    qué diré del pasillo, entonces?
    Por qué no?
    entre cervatillos de ojos pringosos,
    y anhelantes
    agazapados en las chapas, torvos
    dulces en su melosidad de peronistas
    si ese tubo?
    Y qué de su cureña y dos millones
    de personas detrás
    con paso lento
    cuando las 20.25 se paraban las radios
    yo negándome a entrar
    por el pasillo
    reticente acaso?
    como digna?
    Por él,
    por sus agitados ademanes
    de miseria
    entre su cuerpo y el cuerpo yacente
    de Eva, hurtado luego,
    depositado en Punta del Este
    o en Italia o en el seno del río
    Y la historia de los veinticinco cajones

    Vamos, no juegues con ella, con su muerte
    déjame pasar, anda, no ves que ya está muerta!

    Y qué había en el fondo de esos pasillos
    sino su olor a orquídeas descompuestas,
    a mortajas,
    arañazos del embalsamador en los tejidos

    Y si no nos tomáramos tan a pecho su muerte, digo?
    si no nos riéramos entre las colas
    de los pasillos y las bolas
    las olas donde nosotras
    no quisimos entrar
    en esa noche de veinte horas
    en la inmortalidad
    donde ella entraba
    por ese pasillo con olor a flores viejas
    y perfumes chillones
    esa deseada sordidez
    nosotras
    siguiéndola detrás de la cureña?
    entre la multitud
    que emergía desde las bocas de los pasillos
    dando voces de pánico

    Y yo le pregunté si eso era una manifestación o un entierro
    Un entierro, me dijo
    entonces vendría solo
    ya que yo no quería entrar por el pasillo
    para ver a sus patas en la mesa de luz,
    despabilando
    Acaso pensé en la manicura que le aplicó el esmalte Revlon?
    O en las miradas de las muchachas comunistas,
    húmedas sí, pero ya hartas
    de tanta pérdida de tiempo:
    ellas hubieran entrado por el pasillo de inmediato
    y no se hubieran quedado vagando por las adyacencias
    temiendo la mirada de un dios ciego
    Una actriz -así dicen-
    que se fue de Los Toldos con un cantor de tangos
    conoce en un temblor al General, y lo seduce
    ella con sus maneras de princesa ordinaria
    por un largo pasillo
    muerta ya
    Y yo
    por temor a un olvido
    intrascendente, a un hurto
    debo negarme a seguir su cureña por las plazas?
    a empalagarme con la transparencia de su cuerpo?
    a entrar, vamos por ese pasillo donde muere
    en su féretro?

    Si él no me hubiera dicho entonces que está solo,
    que un amigo mayor le plancha las camisas
    y que precisaría, vamos, una ayuda
    allá, en Isidro
    donde los terrenos son más baratos que la vida

    lotes precarios, si, anegadizos
    cerca de San Vicente (ella
    no toleraba viajar a San Vicente
    quiso escapar de la comitiva más de una vez
    y Pocho la retuvo tomándola del brazo)

    Ese deseo de no morir?
    es cierto?
    en lugar de quedarse ahí
    en ese pasillo
    entre sus fauces amarillas y halitosas
    en su dolor de despertar
    ahí, donde reposa,
    robada luego,
    oculta en un arcón marino,
    en los galeones de la bahía de Tortuga
    (hundidos)

    Como en un juego, ya
    es que no quiero entrar a esa sombría
    convalecencia, umbría
    -en los tobillos carbonizados
    que guarda su hermana en una marmita de cristal-
    para no perder la honra, ahí
    en ese pasillo
    la dudosa bondad
    en ese entierro


    2004-03-26 01:00 | 0 Comentarios


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